domingo, 27 de junio de 2010

¿Leiste mi libro?

Libros, libros y más libros. Tapas dura y blanda. Libros de texto y lectura complementaria. Libros de trabajo y manuales de laboratorio. Obras de consulta encerradas en bibliotecas. Colecciones de poesías e historias cortas.
Novelas.
Si hay alguien que sabe de libros, ese eres tú. Los estás leyendo todo el tiempo. (Al menos, eso supongo deberia ser) Y seguro que tienes que pagar suficiente por ellos.
Jill Briscoe, escritora y oradora cristiana, hablaba a un grupo de escritores y correctores acerca de los libros. Nos recordó la observación de Salomón que dice: "No tiene objeto escribir muchos libros" (Eclesiastés 12:12). Eso
probablemente explique por qué tuviste que pagar precio completo por un nuevo libro de texto. Pudiste haber comprado uno usado del año pasado, pero ya está agotado.
La señora Briscoe luego llamó nuestra atención al Libro más importante de todos: la Biblia. De todos los libros que estamos leyendo, éste debe ser lectura
obligatoria. Es la Palabra de Dios, escrita por escritores inspirados por el Espíritu Santo y protegida de error. Es la verdad de Dios dada a nosotros para que sepamos qué creer y cómo vivir. Es de gran valor para
nosotros, mucho más que Don Quijote de la Mancha o la Crítica de la razón pura de Kant.
Jill Briscoe luego hizo un comentario que nos tocó a todos. Ella es escritora también y autora de varios libros, entre los cuales se encuentra Aprendiendo a orar, de Editorial Clie. Habló de lo que significa que la gente lea tus palabras y sea influenciada por tus escritos, y la responsabilidad que eso implica.
Luego hizo esta observación, que nos puso a todos a pensar: Cuando lleguemos al cielo y comparezcamos delante de Dios, no le vamos a decir: “¿Leíste mi libro?” Más bien Él nos va a decir a nosotros: “Leíste mi Libro?”
¿Qué te parece? ¿Leíste Su libro hoy?

♦XoXo...Gt♦

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